miércoles, 30 de mayo de 2007

Los espectros de la televisión

La palabra ingenua, 30/05/2007
por runa, comunidad del río hablador

Los espectros de la televisión

No, por favor, no me entiendan mal: no me estoy refiriendo a ningún personaje de la televisión en particular (aunque haya varios espectros, monigotes y maniquíes en nuestras pantallas). Lo que estoy haciendo es señalar el que, pienso, es el problema central acerca del cual es indispensable discutir luego de lo que ha ocurrido en Venezuela esta semana. Se trata de un tema que en el Perú es tabú o, al menos, así lo ha parecido en las dos oportunidades en que se debió debatir a profundidad en los últimos años: cuando se descubrió la mega-corrupción televisiva del fujimorismo y cuando se aprobó la nueva Ley de Radio y Televisión. Por eso tenemos que aprovechar el pánico y evitar que el debate se limite a la inútil monserga acerca de si Hugo Chávez es “bueno” o “malo”, “progresista” o “populista”, “autoritario” o “socialista”. El asunto es el siguiente: aquí tenemos los seres humanos un recurso escaso y de gran importancia pública que se llama “espectro radioeléctrico”. ¿Cómo lo utilizamos de la mejor manera posible a fin de que todos –y no solamente algunos- tengan voz en los medios masivos de comunicación?

El espectro radioeléctrico es el soporte físico a través del cual se transmiten las señalas de radio y televisión abiertas. Su principal característica es que es un bien escaso. Por ejemplo, el VHF no puede soportar mucho más de 7 u 8 señales sin que éstas pierdan calidad. Es decir, al hablar de la radio y más aún de la televisión, debemos de tener en cuenta que NO son medios de comunicación comparables a la prensa escrita o a los medios alojados en la Internet como, por ejemplo, este blog. Si no me gustan las noticias que difunde un determinado sitio web o un periódico, lo que me corresponde hacer es emitir un medio alternativo que presente la otra cara de la moneda. En cambio, si yo quisiera hoy día emitir una nueva señal de TV para presentar las noticias que no se ven en los canales de las familias Ivcher, Miró Quesada – Mohme o Delgado Parker… no tendría muchas opciones. Por eso la pregunta acerca de cómo la colectividad administra un bien de esta naturaleza es tan pertinente y por eso han existido diversos modelos al respecto, no solo el privatista que nos presentan hoy día como “lo normal”.

El contexto a raíz del cual este tema está siendo puesto en agenda es, por decir lo menos, espinoso y quizás dificulta una discusión en base a argumentos. Chávez despierta pasiones de todo tipo. Y cuando un Presidente reeleccionista cuyos correligionarios usan polos que dicen “Chávez al 2031” cierra un canal de TV que era abiertamente de oposición, parece dejar de ser la persona indicada para procurar que todos los sectores “tengan voz”. Menos aún visto desde el Perú, donde hace diez años tuvimos una experiencia que a primera vista resultaría parecida: el “secuestro” de canal 2 por parte de Fujimori y de los hermanos Winter. Sin embargo, si miramos con más cuidado encontraremos que las cosas no son tan sencillas y que una analogía con el caso Ivhcer puede resultar arriesgada. En el Perú circula poca información acerca de lo que ocurre en Venezuela, y casi toda esa poca información está parcializada en contra de todo lo que haga Hugo Chávez.

¿Qué es exactamente lo que ocurre en Venezuela? Muchas cosas. Muchísimas, “buenas” y “malas” como es usual en cualquier proceso conflictivo de alta polarización y de transformación de las estructuras políticas, sociales y económicas. Así que precisemos más la pregunta: ¿qué es lo que ocurre en el ámbito de las comunicaciones y de la libertad de expresión en Venezuela, y especialmente en el medio televisivo?

Pues ocurren, al menos, dos cosas notorias. La primera, no en orden de importancia sino de difusión, es el permanente enfrentamiento entre el gobierno de Hugo Chávez y los grandes canales privados de televisión. El ejemplo que más se conoce es el de RCTV. Al respecto, lo poco que sabemos en el Perú es que Radio Caracas Televisión es un medio histórico con 53 años al aire, opositor al régimen, y que ha sido “cerrado” de manera autoritaria por Chávez. Precisemos un poco más la figura legal: RCTV no ha sido “cerrada”: se le ha acabado el período de licencia que había sido renovado en los años 80 por un plazo de 20 años. El Gobierno, cumpliendo de manera estricta con el marco legal venezolano, decidió no volver a renovar la licencia. Esta decisión corresponde con las facultades que tiene el Ejecutivo (también en el Perú) porque, digámoslo claro, el espectro radioeléctrico a través del cual de transmite una señal de TV no es propiedad de una empresa, sino “de la nación”, y es administrado por el Estado. Si el Estado otorga una licencia temporal para usufructuar de un determinado bien público, también puede no renovar dicha licencia una vez que el plazo establecido ha terminado.

Ahora bien, que sea una decisión legal no significa de manera automática que sea legítima. ¿Por qué el Estado venezolano ha tomado la decisión de no renovar la licencia a RCTV? La versión de parte, la del canal que es un adalid de la democracia y que es censurado por un Gobierno autoritario, está disponible en todos nuestros medios de comunicación. Así que prefiero introducir elementos que no están tan difundidos y que son importantes para hacerse un juicio más completo.

RCTV ha violado de manera sistemática todos los límites posibles entre periodismo y política, involucrándose de manera activa en el golpe de Estado del 2002, montando escenas falsas a fin de justificar las acciones de la cúpula militar y ocultando la reacción popular que tuvo lugar luego. Estas no son opiniones. El que quiera corroborar la fuente de la que extraigo la información puede descargar dos videos muy recomendables: “Puente Llaguno: Claves de una masacre” (http://www.venezuelaenvideos.com/pt01v01.htm) y “La revolución no será televisada” (http://www.venezuelaenvideos.com/pt01v03.htm). En esos videos se podrá ver paso por paso cómo la famosa imagen que aún circula en nuestro inconciente colectivo acerca de la masacre del 11 de abril del 2002 fue inteligentemente construida para justificar el golpe. Si hacemos un poco de memoria, en esa época la tele nos vendió la noticia de que “huestes armadas” de chavistas habían disparado contra una pacífica manifestación opositora. En estos dos buenos documentales veremos la misma escena pero desde otro ángulo, y nos sorprenderá descubrir que debajo del puente donde debían encontrarse las inocentes víctimas… ¡no hay nadie! También podrá verse cómo al día siguiente del golpe presentadores de televisión y golpìstas celebraban al aire el éxito de la operación y cómo luego, mientras miles de personas salieron a las calles a reclamar que la persona por la cual habían votado regrese al poder, la tele pasaba dibujos animados. No digo más: espero que lo dicho cause suficiente curiosidad como para, cuando menos, animar a mis queridos lectores a ver con sus propios ojos estos videos y sacar sus propias conclusiones.

Mientras tanto, hago algunas preguntas sueltas. Si fuera cierto lo que estoy diciendo (vean los videos y luego discutimos el punto), ¿qué sería lo natural en un gobierno autoritario? ¿No sería probable una reacción feroz, con cierre inmediato de las señales de TV aliadas con la insurgencia y con cárcel para los responsables intelectuales de la estrategia? Pues bien, nada de eso ocurrió. RCTV y otras cadenas de oposición han seguido emitiendo durante estos 5 años, mezclando verdades con mentiras y oponiéndose a cada nueva decisión del Gobierno venezolano. Y, ¿qué debiera hacer un Estado una vez que finaliza la licencia de un medio de comunicación que ha tenido un comportamiento tan reñido con la ética periodística?

En fin. Esa no es sino una incompleta pintura acerca de la confrontación entre el Gobierno de Venezuela y los grandes canales de televisión privados. Mi única intención es hacer notar que tenemos muy poca información y que no debemos creernos a pies juntillas todo lo que nos dicen acá, ni tampoco dejarnos llevar por si el personaje nos cae bien o nos cae mal. A mí, sinceramente, Chávez me cae mal. Y como he dicho en otra oportunidad, me parecen peligrosísimas las propuestas de reelección indefinida y partido “unificado” que están circulando. Pienso que esos delirios de grandeza pueden mandar al diablo todas las transformaciones interesantes que nuestros hermanos venezolanos están impulsando en su país en los últimos años.

Pero decíamos que en Venezuela ocurren al menos dos cosas notorias en el campo de las comunicaciones y la libertad de expresión. Así como hay este conflicto con los medios privados, hay también una fabulosa explosión de medios alternativos y comunitarios. En los últimos años se han habilitado unas 85 experiencias de radio y televisión comunitarias, y están en camino quizás 100 radios y 28 televisoras más de este corte (ver http://www.narconews.com/Issue33/articulo955.html para una visión general y http://www.voltairenet.org/article128116.html para conocer la experiencia de Catia TV, cuyo lema es “no vea televisión: ¡hágala!”). En muchos de estos casos, estas estaciones (pequeñas y administradas por grupos locales en decenas de ciudades, barrios y pueblos) son apoyadas con financiamiento del propio Estado. En otros casos, no. En muchos de estos casos, es cierto, estas estaciones se manifiestan a favor del régimen. En otros casos, no. Por ejemplo, numerosas estaciones han servido de plataforma para las luchas de comunidades locales opuestas a la explotación petrolera o carbonífera, uno de los temas más sensibles en Venezuela. A estos experimentos se suman Vive TV (http://www.vive.gob.ve/), un canal estatal cuya función es dar el protagonismo a las comunidades y en el cual tienen voz las organizaciones sociales, indígenas, de género, etc., y Telesur (http://www.telesurtv.net/) , un canal que trata temas internacionales desde una óptica muy distinta que, por decir, CNN. Recomiendo mirar con atención estos medios antes de definir cualquier juicio acerca de la libertad de expresión en Venezuela. Y, al mirarlos, recomiendo también hacerse la siguiente pregunta: ¿por qué los sectores que tienen voz en la nueva televisión venezolana no la tienen en nuestra “plural” y “democrática” TV peruana?

Lo que nos trae de vuelta al inicio: ¿cómo debe administrarse el espectro radioeléctrico? Es posible que luego de ver los videos que, según mi opinión, describen muy bien la vileza de la tele privada en Venezuela, y que luego de echarle un vistazo a los medios comunitarios y alternativos que están floreciendo en el país de Bolívar, aún muchos digan: “no me convenzo, así no debe manejarse este tema”. Muy bien. Sin embargo, cualquiera que prenda su televisor en el Perú puede llegar a la misma conclusión. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cuál debe ser el rol del Estado en la cautela de que la televisión, que utiliza el escaso espectro radioeléctrico, dé voz a todos los sectores? ¿Cómo hacer para que este bien de todos no sea utilizado para beneficio de unos cuantos empresarios privados? ¿Cómo aseguramos la pluralidad en la televisión? ¿Hasta cuando vamos a permitir que los Ivcher, Genaros y demás hagan lo que quieran pensando solo en sus intereses comerciales y políticos y no en las numerosas necesidades de comunicación que tenemos los peruanos?

Termino citando una consigna vieja pero que está siendo reutilizada por muchos hermanos venezolanos: “ni Estatales ni privados: medios comunitarios”.

2 comentarios:

La Coca Loca Company dijo...

que escándalo, les quitaron la concesión!!!!!

saludos,

jota

Laura Arroyo Gárate dijo...

Libertad de expresión es lo que acabas de ejercer estimado RUNA y debo hacer notar, solo para empezar, que has dedicado varios párrafos a brindar "un real panorama" de lo ocurrido en Venezuela respecto a los medios de comunicación y solo dos a mostrarte "tibiamente" en contra de quien es, un dictador por donde se le vea aún si no se le ocurrió "¡QUÉ BUENO Y LINDO ÉL!" cerrar RCTV cuando manipuló la información a favor del golpe (lo cual también es condenable al igual que tu presentación desbalanceada de supuesta OBJETIVIDAD respecto a lo ocurrido con RCTV).

Por otro lado, interesante lo de las propuestas comunitarias, pero me parece que es otro riesgo tal vez peor de lo que crees. Un poco idealista el punto de vista que presentas, ¿tú crees que el estado venezolano no gana nada?, ¿crees que realmente se han fomentado movilizaciones a raíz de estos medios? ¿NO HABRÁN TAMBIÉN CORTINAS DE HUMO EN VENEZUELA? A abrir los ojos señor. Te otorgo el beneficio de la duda, pero, es muy peligroso moverse en esos terrenos.

Ahora bien, y ya para finalizar porque esto se ha tornado bastante largo (casi tanto como los párrafos que dedicaste a abrirnos los ojos sobre este "DICTABLANDO"), NO ME PARECE INÚTIL LA MONSERGA SOBRE SI HUGO CHÁVEZ ES AUTORITARIO O SOCIALISTA O ETCÉTERAS. Eso también es utilizar juegos linguísticos (en el primer párrafo) para mostrar de arranque que todo puede ponerse en duda.

EL TEMA CENTRAL EN CUESTIÓN, estimado, ES QUE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, VALOR FUNDAMENTAL SOBRE EL CUAL FUNDAMOS NUESTRA CULTURA DEMOCRÁTICA, HA SIDO VIOLADO. Sanción para RCTV si cometió errores, lo cual no dudo, pero HASTA QUÉ PUNTO SI LOS MEDIOS ESTÁN PARCIALIZADOS TOTALMENTE CON EL ESTADO ¡AUTORITARIO!, LO OTRO NO ES NECESARIO???? (no estoy justificando la forma, sino el hecho de apoyar el golpe). Acaso los medios no deben tener bandera en lo absoluto cuando se enfrentan a una DICTADURA de este tipo????

Disculpa, pero en esos casos, creo que los medios de comunicación tienen el deber de movilizar a la sociedad civil. Ellos, se convierten en ella también, cuando los otros medios prefieren promocionar obras del Estado como forma de compensación por todos los derechos fundamentales violados.

Medios comunitarios: de acuerdo. Regulación de los mismos: SÍ, AL IGUAL QUE DE LOS OTROS MEDIOS...NO SE TRATA DE ELIMINAR LA ENTIDAD PRIVADA TAMPOCO...
Justificación de lo cometido por Hugo Chavez: AFRENTA CONTRA LA DEMOCRACIA!

Saludos

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