viernes, 21 de noviembre de 2008

Organizaciones juveniles y populares frente al APEC

Organizaciones juveniles y populares alzamos nuestra voz frente al APEC


http://www.antiapec.tk/


Esta semana tiene lugar en nuestro país la reunión presidencial del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC). Ante la avalancha mediática pro-APEC que no nos deja pensar ni cuestionarnos, una serie de organizaciones juveniles, sociales y populares expresamos las razones de nuestro rechazo frente a esta cumbre internacional:


  1. El objetivo explícito de APEC es lograr el libre comercio y la apertura a las inversiones entre los países de la cuenca del Pacífico. Esta política económica tiene un nombre: neoliberalismo.


Durante casi 20 años de neoliberalismo los peruanos:


- Hemos sido condenados a exportar materias primas sin dar valor agregado a nuestra producción. Ante la inacción del Estado, nuestras pequeñas industrias no pueden exportar y son arrasadas por las mercancías de los países poderosos. Solo el 2% de las microempresas exportan, a pesar del mito de que la apertura comercial beneficia a todos. Las propias economías asiáticas protegieron su sector industrial durante años antes de lanzarse a abrir sus mercados. Nuestros gobernantes de turno, por el contrario, se desviven por firmar cuantos TLC sean posibles.


- Hemos regalado nuestros recursos naturales a inversionistas protegidos por Contratos Ley que les exoneran de una serie de impuestos, y que se llevan nuestros gas, minerales y petróleo sin pagar lo justo, que permitiría cumplir con los derechos a la salud, educación y pensiones para todas y todos.


- Hemos sido explotados por empresas que vienen a nuestro país porque la mano de obra es más barata y las regulaciones medioambientales son mínimas. Estas inversiones no respetan los derechos de los trabajadores y atentan contra la organización sindical, y al mismo tiempo dañan el entorno de las comunidades. Las protestas sociales son consideradas sólo como riesgos para la inversión; no importan las personas, sólo las ganancias de unos pocos.


- Hemos incrementado la desigualdad, pues el neoliberalismo abre oportunidades para los privilegiados y al mismo tiempo destruye las fuentes de trabajo digno para las mayorías; es decir, hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.


Por si fuera poco, el neoliberalismo está en una grave crisis global. Ha quedado demostrado que la especulación, la no intervención del Estado, la cultura consumista y la "competencia", no son criterios de crecimiento sostenible ni promotores de la igualdad y el bienestar social. Por eso los pueblos de Latinoamérica y de todo el mundo se movilizan y votan por el cambio, incluyendo al Perú que hace dos años votó por "el cambio responsable", no por más neoliberalismo. De candidato "reformista", Alan García se ha convertido en el Presidente que apuesta más ciegamente por el libre mercado con los países poderosos, dejando de lado la integración regional sudamericana.


APEC no se está reuniendo para buscar nuevas alternativas ante el fracaso del capitalismo. Se reúne para ofrecer más apertura comercial y más protección a las inversiones; es decir, más neoliberalismo como si nada hubiera pasado.


  1. De manera específica, APEC tiene varios mecanismos que la convierten en un instrumento de liberalización aún más peligroso que otros:


- Falso voluntarismo: APEC tiene un principio llamado voluntarismo por el cual se dice que, a diferencia de otros tratados, no hay "obligaciones" y "sanciones". Aquel principio constituye más bien una garantía de imposición, pues una potencia y sus transnacionales pueden negarse a cumplir con los criterios de "liberalización" para proteger su economía, como ya lo hace EEUU; pero si un país como el Perú quiere hacerlo, lo más probable es que se vea presionado por las economías más poderosas. Entre economías tan desiguales, una "libertad" de este tipo solo fortalece la dominación.


- Toma de decisiones no democráticas: sólo hay presencia del empresariado, no del pueblo. A diferencia de otros foros internacionales, APEC no cuenta con mecanismos de participación acordes con las decisiones que toma. Las organizaciones de la sociedad presentes son muy pocas, excepto las empresas. El ABAC es el organismo que representa al sector privado dentro de la "Cumbre de Líderes" de APEC, participa de las reuniones ministeriales y su influencia es mucho más contundente que la de algunos Estados. En cambio, de las organizaciones de la sociedad civil sólo están presentes algunos colegios profesionales en seis de los 41 capítulos. Sindicatos, organizaciones regionales, campesinas y de otros sectores que podrían verse afectados no participan, pues quieren hacer pasar como meramente "técnicas" negociaciones que afectan de manera concreta la vida y el futuro de las personas.


- Secretismo. La información más importante de APEC parece secreta. Por ejemplo, los Planes de Acción Individual, que son los informes que presentan los países ante la secretaría general de la APEC, son inaccesibles y excluyentes. En Plan peruano está sólo en inglés, a sabiendas de que en nuestro país se hablan más de 40 lenguas. Cabe mencionar que en estos Planes nuestros países "voluntariamente" informan cómo van implementando el libre mercado con todos los detalles posibles. ¿Será casualidad tanto secreto?


  1. APEC, además, reúne a algunos de los principales violadores de derechos humanos del mundo:


- George Bush, quien encabezó la invasión de Irak causando hasta el momento alrededor de un millón de muertes, decenas de miles de lisiados y unos cuatro millones de exiliados, y quien además ha mandado secuestrar y torturar a cientos de personas en las cárceles de Abu Ghraib, Guantánamo y otras numerosas prisiones secretas. Bush representa la peor cara de Estados Unidos, potencia imperialista en decadencia, y debe ser juzgado por un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad. No lo queremos en nuestro país.


- Hu Jintao, presidente de China, a quien los liberales hoy reciben con sonrisas olvidando sus viejas críticas a la falta de democracia en este país. Durante su Gobierno se ha desatado la represión contra los movimientos autonomistas del Tibet, muriendo cientos de personas, y se ha profundizado la persecución a las organizaciones sindicales autónomas, para que este capitalismo emergente no sea molestado por las protestas de los trabajadores explotados. Nos preocupa también la firma del Tratado de Libre Comercio con este país, cuyas malas prácticas empresariales ya conocemos de sobra en casos como San Juan de Marcona (Ica) y Río Blanco (Piura).


- Dimitri Medvedev, quien gobierna Rusia recién desde marzo, ya carga sobre su conciencia con una guerra contra Georgia y ha demostrando la renovada agresividad con que ese país busca retomar su rol de potencia imperialista.


- Felipe Calderón, Michelle Bachelet y Álvaro Uribe (éste último "invitado especial" del APEC): presidentes de México, de Chile y de Colombia que vienen promoviendo políticas de represión, militarización y acción de grupos paramilitares en las comunidades indígenas de la Selva Lacandona, Oaxaca, el territorio Mapuche y en los pueblos indígenas de Colombia. Situación ampliamente reconocida por los voluntarios de Derechos Humanos que también han sido expulsados y reprimidos en estos países.


- Alan García, presidente peruano, y Luis Giampietri, organizador del APEC, quienes aún deben rendir cuentas a la justicia por numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas durante el primer gobierno aprista. Curiosamente, Giampietri ha escogido como sedes de la cumbre dos viejos centros de detención y tortura: el Real Felipe y el Pentagonito, escenarios perfectos para reunir a tan siniestros personajes.


Por todo ello, las organizaciones adherentes reafirmamos nuestro rechazo a este foro y a la presencia en nuestro país de aquellos visitantes. Asimismo, expresamos nuestra apuesta por alternativas económicas y sociales justas que promuevan la igualdad y el desarrollo de las mayorías. Durante la semana de realización de APEC hemos venido expresando nuestra postura mediante seminarios, intervenciones y manifestaciones, pero también mediante actividades culturales y artísticas, en el marco de una apuesta por renovar desde las organizaciones juveniles y populares la práctica política transformadora. Estas protestas y debates en torno a APEC son la continuidad de un proceso de articulación que ha tenido varios momentos importantes durante este año, en particular la Cumbre de los Pueblos en mayo; el Paro Nacional de julio; y las numerosas protestas regionales y sectoriales, con las que nos solidarizamos.


¡Cárcel para Bush! ¡Contra todo imperialismo!

¡No al APEC de los ricos, los pueblos estamos de pie!

¡Por una economía solidaria para beneficio de las mayorías, abajo el neoliberalismo!

¡Otro mundo es posible!


Asamblea de Juventudes de Izquierda, Grito de los Excluidos, Comunidad del Río Hablador, Juventud de la Coordinadora Política Social, Perú Pueblo, Juventud del Partido Nacionalista Peruano, Acción Crítica, El Colectivo, Comuna Tejiendo desde el Sur, CGTP Juventudes, Colectivo Zoom, Juventud del Partido Socialista, Revista Mariátegui, Juventud del FOCEP, Instituto Alameda, Colectivo Los Amautas, Juventud de Pueblo Unido, Colectivo Altavoz, Integración Estudiantil, Movimiento 6 de Abril, Juventud del Movimiento Nueva Izquierda, Universidad Socialista del Perú José Carlos Mariátegui, Juventud del Comité Malpica, Movimiento Todas Las Voces, Juventud del Partido Comunista del Perú - Patria Roja, GEEIP, Unión Socialista Libertaria, Intervención Urbana V.E.S., Asamblea Ciudadana Cono Sur, Juventud Comunista Peruana, Coordinadora Popular Primero de Mayo, Patria Libre, Hijos del Perú

lunes, 17 de noviembre de 2008

"Bisnes is bisnes": APEC y los derechos humanos

La Palabra Ingenua 17/11/2008
Por runa, comunidad del río hablador

Bisnes is bisnes
APEC y los derechos humanos

Dos de los principales locales en los que se llevará a cabo la décimo sexta reunión de “líderes” del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) en nuestro país han sido centros de reclusión y tortura. El Real Felipe, cuyo centro de convenciones acaba de ser inaugurado, es un antiguo fuerte español en el que los realistas detuvieron y torturaron a numerosos patriotas; en épocas más recientes sirvió de cárcel para los “golpistas democráticos” del 13 de noviembre de 1992. Pero mucho más macabra es la historia del Cuartel General del Ejército, más conocido como “el Pentagonito”, utilizado durante el Gobierno de Fuijimori para secuestrar, interrogar e incinerar a opositores políticos. A primera vista, parece de lo más desatinado utilizar espacios con estos antecedentes para recibir a nuestros invitados internacionales; pero bien mirado, parece que no hay locación más apropiada para una cita como esta.

A George W. Bush lo conocemos de sobra. Más de un millón de iraquíes muertos y dos millones de desplazados son los números básicos de la guerra de agresión llevada a cabo contra Irak y sustentada en mentiras públicas y descaradas. Se trata del más conocido de los crímenes de los que este señor es responsable, pero no del único: la ocupación de Afganistán, el secuestro y tortura de una cantidad indeterminada de personas en cárceles secretas alrededor del mundo, las intervenciones “solapas” en Venezuela y Bolivia, son otros de los muchos hechos por los que debería responder ante la justicia.

Pero hay otros personajes, tal vez menos publicitados aún pero no por eso menos siniestros. Hu Jintao es presidente de la República Popular China, que es la niña bonita de la economía mundial y será seguramente una de las potencias del siglo XXI. Eso ha llevado a la mayoría de liberales a olvidar sus antiguas críticas a China por su poco respeto al concepto “occidental” de los derechos humanos: con tan buen socio, ya nadie quiere recordar a los muertos en el Tibet, los abundantes presos políticos ni la falta de libertades sindicales y la represión contra todo trabajador que quiera organizar un sindicato autónomo del Partido Comunista. Ahora bien: los “comunistas” chinos tienen la costumbre de violar los derechos de los trabajadores más allá de sus fronteras. Quien tenga dudas puede preguntarle, por ejemplo, a los mineros de Marcona.

Por su parte, Dimitri Medvédev es uno de los novatos en las reuniones presidenciales, pues recién gobierna Rusia desde marzo de este año. En tan poco tiempo, ya carga encima una guerra. En agosto, Rusia invadió Georgia con la excusa de la defensa de sus aliados de Osetia del Sur. Esta acción, que motivó un amplio rechazo por parte de la comunidad internacional, marca el inicio de una nueva etapa en la agenda geopolítica rusa, con una actitud más agresiva.

Estos personajes serán recibidos por una dupla fantástica: Alan García, Presidente del Perú, y Luis Giampietri, encargado de la Comisión Extraordinaria de Alto Nivel para esta cumbre. Anfitriones perfectos y locación perfecta para una reunión internacional que evidencia la mayor hipocresía del sistema “globalizado”: libre mercado no tiene nada que ver con democracia y derechos humanos, a pesar de toda la propaganda dedicada a hacernos creer que esas son dos caras de la misma moneda. Algunos de los mayores violadores de derechos humanos y del sistema jurídico internacional vienen a Lima para brindar y hablar de negocios. Cuando de comercio se trata, nadie mira debajo de la alfombra para ver cuántos países invade el otro o cuántos presos tortura.

jueves, 13 de noviembre de 2008

¿Estado o Mercado? Bah...

La Palabra Ingenua 13/11/2008
Por runa, comunidad del río hablador

¿Estado o Mercado? Bah...

(Los críticos están) identificando el sistema de libre empresa con ambición, explotación y fracaso, (pero) la respuesta es no tratar de reinventar ese sistema (sino) hacer las reformas que necesitamos y marchar hacia adelante con los principios del libre mercado que han llevado prosperidad y esperanza a gente de todo el mundo”. Ese es el mensaje teledirigido del cowboy de América, George W. Bush, antes de la reunión del G20 que él ha convocado para pedirle al mundo que le ayude a desfacer los entuertos que él mismo ha contribuido a crear. Bush teme que la crisis lleve a los países emergentes a caer en el “proteccionismo estatal”, tal como ocurrió en los años 30.

"Míster Danger" parece haber “aprendido” de la crisis que algunas regulaciones y reformas son buenas, aunque sigue siendo “un tipo orientado al mercado”, en sus propias palabras. Ya es algo. Más radical parece el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien desde la derecha se ha vuelto el abanderado de las reformas, decretando prácticamente la muerte del neoliberalismo y de las instituciones de Bretton Woods y abogando por un sistema en el que el Estado tenga un mayor rol. Se ha armado un pretendido debate entre ambas figuras, pero si lo vemos con franqueza nos daremos cuenta que la disputa es antes que nada sobre el rol de EEUU en el nuevo panorama mundial.

Ahora bien, desde buena parte de las izquierdas las conclusiones parecen ir en un sentido parecido: más Estado frente a los excesos del mercado. Por ejemplo, Oscar Ugarteche (uno de los mejores economistas que tiene el Perú) afirmaba en un reciente evento que “el mercado no es perfecto, el Estado tiene un rol redistributivo e integrador de mercados”. En la misma ocasión Raúl Wiener comentaba que la pregunta no es si más Estado o más mercado, sino cuánto Estado y cuánto mercado.

Temo que estas posturas, aparentemente correctas y constructivas, hagan perder el filo de la crítica. Porque la pregunta no es cuánto Estado y cuánto mercado, sino qué Estado y qué mercado, y para qué. Si algo me queda claro en medio de esta crisis es que el enorme debate Estado-Mercado que nos vendieron en los 80 y 90 era un debate un tanto falso. Cuando el capital necesita libertad para expandirse, impondrá el Mercado como dogma; cuando necesita regulaciones para consolidarse, aparecerá el Estado para salvarlo. Ambas son instituciones de la modernidad capitalista y se necesitan la una a la otra como la tierra al sol, para usar una frase del Grupo 5.

Si nos quedamos con la mirada fija en la crisis financiera, corremos el riesgo de contentarnos con reformas al Fondo Monetario Internacional, impuestos a los movimientos de capital, reglas de juego más estrictas... Y, al final, no cambiar nada. La crisis es múltiple, pero su aspecto financiero es el único que ha hecho saltar hasta el techo a los inversionistas y a sus medios de comunicación. La crisis es también social. En EEUU, por ejemplo, hay 10 mil desalojos semanales en estos tiempos. ¡10 mil desalojos semanales! ¡Es inconcebible! Eso significa, entre otras cosas, que los banqueros reciben su rescate pero no le perdonan su hipoteca a nadie. Ahora bien, en todo el mundo mueren 13 mil niños diarios por enfermedades curables, y no entiendo cómo los titulares hablan recién de un sistema global en crisis. Pero la crisis también tiene que ver con que la sostenibilidad energética, alimentaria y medioambiental del propio sistema. En su discurso de que el libre egoísmo humano traerá el máximo beneficio para todos, el capital está destruyendo los recursos que son de todos: las fuentes de energía, la comida y nuestro entorno natural. Así que la pregunta no es si este sistema puede sobrevivir con más salvatajes, regulaciones e intervención estatal. El sistema, en tanto lógica económica, claro que puede sobrevivir: ya ha pasado por otras crisis antes. La pregunta es si tenemos la posibilidad de imaginar que otro mundo es posible, o si vamos a rendirnos ante el dogma que dice que el ser humano busca “naturalmente” su beneficio individual, como si el mundo de lo humano no fuera el mundo de lo cultural, de lo aprendido, de lo perfectible.

Alternativas, hay. Solo hace falta apertura de mente para entenderlas como apuestas civilizatorias. Muchas de esas alternativas están naciendo en nuestra Latinoamérica. Allí está el ALBA, un alucinante esquema de trueque geopolítico con criterios de solidaridad y complementariedad. Allí están todas las experiencias de producción y convivencia comunitaria del MST en Brasil y del EZLN en México, las fábricas bajo gestión obrera en Argentina, la propia economía cooperativa que incluso en EEUU, Europa y Japón sostiene miles de puestos de trabajo de manera silenciosa, sin salir en los noticieros. Están las Constituciones de Bolivia y Ecuador, que consagran el “buen vivir”, un concepto filosófico distinto del “progreso”. ¿Qué tienen en común todas estas respuestas creativas? En general, se caracterizan porque no son burocráticas y, más bien, buscan el protagonismo de las comunidades y movimientos, con un rol modesto -o ningún rol- del Estado; además, no tienen al lucro individual como motor pero, a pesar de eso, sirven para satisfacer las necesidades de las personas. En fin, el que diga que más allá del capitalismo no hay vida sufre de un grave problema de ceguera, quizás producido por ese fenómeno llamado “ideología”. Vuelvo a recordar a Zizek, quien un poco en broma dice que los norteamericanos han fantaseado con el fin del mundo en todas sus películas, pero nunca se han podido imaginar el fin del capitalismo. Quizás ha llegado el momento.

La cumbre del G20 es importante sobretodo porque nos permitirá ver qué rol pretenden jugar los países llamados “emergentes” ante esta “invitación” que les ha caído para estar junto con los grandotes. ¿Qué van a hacer Brasil, México, Sudáfrica, la India? ¿Van a ir detrás de Bush a aceptar su ridículo “liderazgo” frente a una crisis que él incubó y alimentó? ¿Van a limitarse a formar parte de la nueva collera, a sonreír con la noticia de que el club de Tobi ha crecido? ¿O van a aprovechar la coyuntura para cuestionar las bases del modelo? Esta semana, movimientos de América Latina enviaron una carta a Lula, único sudamericano que estará presente en esa reunión, para exigirle que esté a la altura de las circunstancias. Ojalá que cumpla.

Lastimosamente y para variar, el Perú casi no pinta en este debate. La semana que viene vamos a ser anfitriones de un Foro que promueve más libre comercio y más beneficios corporativos, y somos mudos testigos del discurso monolítico pro-APEC y de las sonrisitas e inauguraciones a las que asisten Alan García y Giampietri, que se han pasado el año aplaudiendo acríticamente la llegada de “las inversiones”. A pesar de la grandilocuencia que caracteriza a nuestro Presidente, es muy probable que la posición oficial del Perú no aporte ningún elemento relevante y que los visitantes solo recuerden de su estadía el ceviche y Machu Picchu.


Nota: el documento original ha sido elaborado con OpenOffice.org Writer como procesador de textos. Utilice y difunda software libre: ¡No al monopolio corporativo de Microsoft y compañía!

viernes, 7 de noviembre de 2008

Bush: ¿simplemente “good bye”?

La Palabra Ingenua 07/11/2008
Por runa, comunidad del río hablador

Bush: ¿simplemente “good bye”?


Obama simboliza el cambio de una época. Hijo de un inmigrante africano en un país que aún está construyendo un muro en su frontera, primer presidente negro de una nación en la que hace 50 años los negros no votaban, primer candidato en un par de décadas que ha sido militante de base de su partido y no proviene de las elites económicas: no se puede decir que estos no son datos importantes. De una u otra forma, él es producto de la ola democratizante que recorre América y que ha llevado a un campesino indígena a gobernar Bolivia y a un obrero industrial a gobernar Brasil.


Si a esto le sumamos la hecatombe financiera, podemos imaginar que los tiempos del neoliberalismo están llegando a su fin. Si a eso le sumamos el aislamiento de EEUU en el mundo, expresado simbólicamente en su reciente goleada 185 a 3 en la Asamblea de Naciones Unidas, podemos imaginar que la hegemonía norteamericana está cediendo paso a un mundo un poco menos unipolar. No es el fin del capitalismo ni del imperialismo, pero sí de sus versiones más salvajes, producto de un sistema impuesto durante casi 3 décadas pero encarnadas muy bien por alguien con un nombre y un apellido: George W. Bush. Con la derrota humillante del delfín republicano, los norteamericanos han mandado a Bush a donde le corresponde: al basurero de la historia. ¡Bien por el pueblo estadounidense, que puede ahora empezar a escribir otra historia! Pero ¿qué va a pasar con Bush? ¿Simplemente es hora de decirle “good bye”?


Bush no sólo ha sido un mal gobernante, no sólo ha sido un fanático del libre mercado y no sólo ha sido un aliado carnal de los grandes intereses económicos. En la invasión a Irak han muerto alrededor de un millón de personas y dos millones han huido de su país. Además, en las cárceles públicas y secretas que EEUU mantiene en el medio oriente, en Europa del Este y (abusivamente) en Cuba se han realizado secuestros, torturas y tratos degradantes y se ha mantenido a los presos en un limbo legal durante los últimos 7 años, con duras batallas judiciales para permitirles cosas tan mínimas como… tener abogados. Estas no son mis opiniones: son informaciones que han salido de manera continua en la prensa internacional. Y, hasta donde yo sé, constituyen delitos contra los derechos humanos: por menos que eso Fujimori y Milosevic están presos.


Por si fuera poco, estos crímenes no han sido cometidos sólo en nombre de la “guerra contra el terrorismo” sino que han tenido móviles económicos. ¿Cuánta corrupción ha anidado al amparo de la guerra, de la reconstrucción y del petróleo? Todos sabemos que las empresas vinculadas directamente con el entorno más directo de Bush, como su vicepresidente Dick Cheney, se han beneficiado de manera muy sospechosa con los negociados antes de y durante la ocupación. Esta tampoco es una opinión: es una información suficientemente documentada como para merecer una investigación fiscal seria.


Si en el mundo existiera un mínimo de sentido de la justicia y de respeto por los instrumentos legales internacionales, debería ser evidente que Bush debe ser juzgado en los tribunales de La Haya. No basta con alegrarse porque pareciera que la Casa Blanca tiene un nuevo inquilino. ¿O es que acaso sólo los criminales del tercer mundo pueden terminar en la cárcel, mientras que los de Estados Unidos pasan a ser ex presidentes millonarios? ¿Es demasiado ingenuo exigir justicia en este caso?


Por cierto, Bush viene al Perú por segunda y última vez dentro de dos semanas para la reunión del Foro de APEC. Recuerdo que Fujimori utilizó un evento similar el 2000 para huir de la justicia peruana. No creo que Bush haga lo propio y busque refugio en nuestro país (pero disfruto imaginando a Amnistía Internacional con sus afiches de “Bush Extradición”). Pero, ¿vamos a permitir mansamente que la última aparición internacional de míster danger sea en nuestro país sin que haya una clara manifestación pública de rechazo?

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