miércoles, 28 de noviembre de 2007

Ilegalización de la coca: entrevista a Baldomero Cáceres y Manuel Seminario

Hoy RPP entrevistó a Manuel Seminario, de la empresa naturista Maná Integral, y a Baldomero Cáceres, reconocido estudioso de la hoja de coca. Ellos expresaron su sorpresa e indignación frente a la decisión del Gobierno de ilegalizar la harina de coca. La entrevista completa está en este link.

También puede verse en este link la investigación y la denuncia sobre la orden a ENACO y DIGESA de sacar del mercado los productos en base a harina de coca. Con esta medida, el Gobierno cierra las puertas a una industria alternativa y solo está beneficiando al narcotráfico y perjudicando a campesinos, microempresarios y consumidores de la hoja. Todo por presiones norteamericanas, aparentemente vinculadas a la ratificación del Tratado de Libre Comercio.

martes, 27 de noviembre de 2007

Urgente: Gobierno ilegaliza industria alternativa de la coca

Alan García es como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar. Aparentemente guiado por presiones norteamericanas, el Gobierno ha tomado la decisión de ilegalizar la industria alternativa de la hoja de coca (harina y todos sus derivados: kekes, galletas, turrones...). Así lo prueban dos documentos enviados en setiembre por instancias que dependen del Ejecutivo. Los rumores indican que la ilegalización empieza en enero.

Copio investigación realizada para Indymedia Perú. En la noticia original hay más documentos e información. Pronto, más novedades.

Alan García es como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar

Gobierno ilegaliza la industria alternativa de la hoja de coca

  • Medida solo beneficiaría al narcotráfico

  • Detrás estarían presiones de EEUU

Escribe: runa

Los hechos

Tengo en mis manos copia de dos documentos que comprueban que el Ejecutivo ha decidido ilegalizar la industria alternativa de la hoja de coca.

El primer documento es el oficio 2300 del 14 de setiembre de este año. Se trata de una carta que dirige FONAFE a ENACO. Antes de enredarnos con tantas siglas conviene precisar que el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE) es la entidad “encargada de normar y dirigir la actividad empresarial del Estado” y depende del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Es decir, son los mandamases de todas las empresas públicas y dependen del Ejecutivo. Por su parte la Empresa Nacional de la Coca (ENACO) es una de estas empresas propiedad del Estado, la única autorizada para comprar hoja de coca a los campesinos y para venderla a los privados que quieran comercializar productos hechos a base de esta planta.

La carta dice lo siguiente: “ENACO puede producir y comercializar productos derivados de la hoja de coca que tengan fines exclusivamente médicos o científicos; o en su defecto productos derivados que no contengan ningún tipo de alcaloide”.

¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo se come? ¿A qué va Martín Alfonso Sifuentes, director ejecutivo de FONAFE, cuando le envía esta carta a la empresa que tiene el monopolio legal de la coca?

Para entender los alcances de esta “precisión” o, más bien, de esta orden que el Gobierno le ha dado a ENACO, conviene mencionar el segundo documento que tenemos en manos.

Se trata de otra carta, remitida esta vez por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA, dependiente del Ministerio de Salud) a la empresa “Agroindustrial Nueva Vida”. Esta empresa había solicitado que se apruebe el registro sanitario de un producto que quería empezar a comercializar: la harina o polvo de hojas de coca micropulverizadas. ¿Cuál es la respuesta de DIGESA? La siguiente: “actualmente se viene elaborando la resolución de salud que regulará los productos derivados de hoja de coca (...) y entre las consideraciones se tiene la no inscripción de la harina de hoja de coca, por lo cual no es posible el registro de su producto; respecto a los ya emitidos serán sujetos a cancelación”.

Así de simple. La guerra “contra las drogas” (en realidad, la guerra contra la hoja de coca) se ha trasladado al campo comercial: ahora se trata de erradicar ya no solo los cultivos, sino la venta de un producto que se había popularizado rápidamente por sus cualidades medicinales y alimenticias: la harina de coca. No hay pierde: ENACO no la producirá y DIGESA no permitirá que privados la produzcan.

Pero el efecto no será solo la desaparición del mercado legal para este derivado, sino para casi toda la industria alternativa que tiene en la harina de coca su principal insumo: galletas, panetones, turrones, entre otros.

¿Qué hay detrás?

La carta de FONAFE señala que estas medidas surgen tras reuniones que se habrían llevado a cabo entre esta entidad y ENACO, Devida (la institución “antidrogas”) y los Ministerios de Salud y de Relaciones Exteriores.

Ambas cartas citan como argumento para esta medida la famosa Convención Única de Estupefacientes de Naciones Unidas de 1961. El artículo 27 de dicha convención dice a la letra: “se autoriza el uso de la hoja de coca para preparación de agentes saborizantes que no contengan ningún alcaloide”. La harina o polvo de hojas de coca micropulverizadas, al no ser otra cosa que la hoja de coca entera, tostada y molida, contiene los catorce alcaloides de la coca, incluída la cocaína, en las pequeñas proporciones que nos ofrece la naturaleza. Pero esto basta para que las Naciones Unidas prohiban su circulación.

Sin embargo, hay un detalle más, bastante esclarecedor. La carta de FONAFE incluye un último párrafo donde afirma que “la participación y el cumplimiento del Gobierno del Perú de los citados Convenios contribuyen a la obtención de apoyo técnico y económico para la lucha nacional contra el narcotráfico y para el desarrollo del país”. Es decir, esta medida no es gratuita: hay presiones internacionales detrás. ¿De dónde pueden venir estas presiones? No de Europa, seguramente, que tiene una postura bastante mas abierta en este tema. Con toda probabilidad se trata de presiones de EEUU, el país que, no se sabe si por ignorancia o por negocio, está más interesado en esta “guerra” contra las “drogas”. ¿Ha habido recientemente alguna oportunidad para que EEUU pueda presionar al Gobierno? Nuestras fuentes aseguran que esta prohibición formaría parte de las condicionalidades vinculadas a la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC).

Las respuestas

Los consumidores, los productores y los comercializadores se encuentran muy preocupados ante esta situación. Hace pocos días enviaron una carta a la Defensoría del Pueblo para solicitarle una reunión en la que se aborde este tema. La carta la firmaron el doctor Sacha Barrio por parte de la Asociación Peruana de la Hoja de Coca (APEHCOCA), Manuel Seminario de la empresa Maná Integral, Pedro Pablo Pérez Baylón por parte de los gremios cocaleros agrupados en la CONPACCP, y reconocidos estudiosos como Baldomero Cáceres.

Hablamos con Manuel Seminario, quien nos explica. “En la carta de DIGESA son claros al decir que los permisos a las personas que tenemos autorización sanitaria van a ser suspendidos. Entonces todos nos convertiríamos en ilegales . ¿Sabes lo que le pasa a una empresa cuando te cierran el circuito de un día para otro? Te llevan a la quiebra”.

Además, Manuel nos explicó que no tiene sentido prohibir la venta de harina de coca y seguir permitiendo la circulación de los mates filtrantes, porque el proceso de fabricación es el mismo: “Si tú mueles la hoja con una saranda gruesa te sale el filtrante y si lo mueles con una saranda fina te sale la harina... es lo mismo, estamos hablando del mismo alimento que va a tener por supuesto alcaloides. Esta orden es inconsistente, no tiene ni pies ni cabeza. ¿Cual es la diferencia? La molienda, no hay otro ingrediente mas...”.

Por último, Manuel nos puso sobre aviso al contarnos que lo mismo ha ocurrido en Colombia, donde el Gobierno mandó decomisar todos los productos de la empresa Coca Nasa, que fabricaba la gaseosa CocaSek, así como filtrantes, herina, turrones y otros. La empresa, con 7 años en el mercado, fue llevada de manera forzosa a la quiebra.

Los verdaderos frutos de la coca

¿A quién beneficia y a quién perjudica esta medida?

En primer lugar, ¿favorece de alguna manera a la dichosa “lucha antidrogas”? No, porque ilegalizar los productos alternativos (que tienen tan buena acogida) solo significa más hojas a disposición del narcotráfico.

Al desaparecer un mercado alternativo, al campesino solo le van a quedar las opciones de siempre: por un lado ENACO, que le está pagando cerca de dos soles el kilo de hoja, y por el otro el narco, que le paga hasta diez soles.

Pero con el crecimiento de la industria alternativa y si se le permitiera al productor cocalero vender directamente la harina de coca en el mercado, obtendría mucha más ganancia. Por ejemplo ENACO está vendiendo el kilo de harina a 25 soles, y algunas tiendas lo venden a mucho mayor precio. Es decir, con esta medida el único beneficiado es el narcotráfico, y el primer perjudicado es el campesino cocalero. Además, salimos perjudicados los consumidores de harina, y los comercializadores.

Cabe anotar, por último, que un reciente trabajo de la Unidad de Post Grado de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos ha concluido lo siguiente: “La harina de coca es una excelente fuente de calcio de origen vegetal y de fácil comercialización, ya que no requiere cuidados como la espinaca y el brócoli. El consumo de la harina de coca por vía oral garantiza la depuración de los alcaloides por la saliva, jugos gástricos e intestinales. La aceptación ancestral de su consumo facilitaría la prescripción de la harina de coca como complemento nutricional para incremento de ingesta de calcio”. Los autores de la investigación son las doctoras Cecilia Melba, Victoria Pumacahua y María Luisa Véliz.

Así que, desde aquí, solo nos queda (por el momento) hacer la denuncia y pedirle a Alan García que no sea como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡Muchas gracias Björk!

Me animo a compartir algunas apreciaciones muy personales, cosa inusual en esta columna.

No soy el más indicado para hablar de música. Siempre me consideré una persona sin oído y sin talento musical. Soy muy ignorante en este campo: conozco poco y lo poco que conozco lo conozco a medias. Además, tengo un gusto casi exclusivamente pasadista, y considero que desde fines de los 70 no se ha vuelto a hacer nada realmente bueno en ningún género, salvo algunas excepciones. Y una de esas excepciones tocó ayer en Lima: Björk Guðmunsdóttir.

Fue difícil para mí “compartir” a Björk con las cuatro mil personas que estuvieron anoche en el Museo de la Nación. Es que su música, desde que la escuché por primera vez hace cerca de diez años, es una experiencia íntima. No es el tipo de música con la que se baila en las fiestas, ni aquella que uno esperaba oír y corear en un concierto. Con Björk no se poguea; no canto sus canciones cuando estoy en la ducha. Solamente la escucho en mi tranquilidad, como si me susurrara al oído.

Pero ayer tuve que armarme de valor y cambiar la magia de la intimidad por la excitación del placer colectivo, de la orgía. Durante la primera mitad del concierto estuve atónito, mirando de lejos a esa china chata que derramaba gracia al caminar por el escenario. No me movía: boquiabierto, solo empezaba a procesar que ella era real, que estaba allí, que no era una creación de la tele sino una persona de carne y hueso... Solo al final, cuando parecía que se había ido y que todo había terminado, caí en la cuenta de que ¡nunca más la iba a ver en persona! Y por fin dejé de lado la incomodidad de la multitud (que el de adelante te tapa, que el del costado te da un codazo, que el de atrás canta desentonado como si uno fuera para escucharlo a él y no a Björk...). Y empecé a saltar como un loco y a gritar con los demás ¡olé, olé olé olé... Björk, Björk! Hasta que regresó para interpretar dos últimos temas. Primero, la quietud de The Anchor Song. Tan solo la calma que precedió a la tormenta de Declare Independence. La explosión. Finalmente, sus inesperados gritos de “¡viva la revolución!” y su esforzado “muchas gracias Lima”. Y luego, el público abandonando poco a poco el lugar, comentando, riendo, emocionado, excitado... Aún quedamos algunos observado el escenario vacío, trantando de digerir con una que otra lágrima que se escapaba lo que acabábamos de vivir durante cortos 80 minutos.

Y es que con Björk he comprobado lo que alguien a quien quiero me dijo hace años: la música habla sola. Uno no tiene necesidad de comprender el texto para vincularse emocionalmente, para conectarse con lo que el tema transmite. Björk, con la sola rareza de su voz, toca fibras muy profundas y hace lo que quiere: te remueve el espíritu, te lo llena, te lo vacía y te hace creer.

Anoche entendí que la idolatría no solo existe, sino que tiene un sentido. ¿Qué nos haríamos sin estos seres nacidos humanos, como nosotros, pero que a punta de talento aprenden a conversarnos con el lenguaje del alma y adquieren, así, una categoría superior?

Pd.- La foto es de La República

domingo, 11 de noviembre de 2007

Que viva el Rey


"¿Por qué no te callas"?, dijo el Rey. Y los súbditos aplaudieron al tiempo que agachaban la cabeza; y al día siguiente se publicó en todas las esquinas el edicto Real que mandaba callar a uno de los administradores de las colonias de ultramar.

No: la noticia no es del siglo XVI. Es de ayer, sábado 10 de noviembre del 2007. La Cumbre Iberoamericana fue escenario de un agrio intercambio de palabras entre dos Presidentes elegidos por sus pueblos: José Luis Rodríguez Zapatero, de España, y Hugo Chávez, de Venezuela. Todo hubiera quedado ahí si no fuera porque el Rey Juan Carlos de España se equivocó de siglo y, de puro metiche, él, que no representa a nadie, calló en público a Chávez. Extraigo la noticia de El Comercio: ""¿Por qué no te callas?", le gritó el Rey a Chávez apuntándole con el dedo".

Juan Carlos de Borbón es un resto viviente de la Edad Media que sigue vigente sólo porque el fascismo lo impuso como condición para "facilitar" la transición luego de la muerte de Franco. ¿Qué hace un Rey callando en público a un Presidente? Allá los españoles si ellos aguantan que alguien cuyo único mérito es ser hijo de su papá (es decir, apellidarse "Borbón") cumpla funciones políticas. Los latinoamericanos no tenemos por qué aguantarnos arranques monárquicos. Ya nosotros libramos décadas de guerra para no tener que tragarnos los caprichos del Rey de España... ¡hace casi 200 años! Es inaceptable que venga un reyezuelo a dictaminar qué puede decir y qué no puede decir un Presidente latinoamericano. Ubícate Juan Carlos: tu único papel es el que imprimen las revistas del corazón. Por cierto, encontré en este blog español la foto que ilustra este post y una nota divertida sobre su majestad el Rey

La postura que uno tenga con respecto a lo que pasa en Venezuela, en este caso, no tiene nada que ver. La figura no cambiaría en el supuesto (negado) de que el Rey hubiera callado a Michelle Bachelet o a Álvaro Uribe o a Alan García. Claro, seguramente en ese hipotético caso la reacción de El Comercio o de La República sería muy distinta: cuando hay que chancar a Chávez todo vale. Pero aquí hay que separar la paja del trigo y ver con claridad que esta es una falta de respeto de tufillo colonial.

¿Y cuál fue el motivo para el exabrupto de Juan Carlos? Que Chávez le dijo fascista al fascista de José María Aznar. Sí pues: la diplomacia es el arte de hacer negocios y no decir las verdades. Sin duda es también una torpeza de Chávez crear un impase diplomático innecesario. Es obvio, además, que Zapatero tenía que salir a defender a su adversario político Aznar porque, si no, de regreso a España la derecha del Partido Popular le iba a caer encima. Pero diplomacias a parte, el PP es el partido que reivindica el franquismo. Además, Aznar fue quien embarcó a España en la Guerra Santa del fascista de George Bush cuando junto con Italia y Gran Bretaña decidieron conquistar Irak.

Ayer había leido la noticia en Internet, y me sentí indignado. Pero esta mañana me sentí cien veces más indignado cuando ví que los titulares de todos los periódicos levantaban con aplausos la pachotada del Rey. Así de chata es la visión de los dueños de los medios de comunicación (porque, nunca está de más decirlo, lo que vemos en los quioscos no es una supuesta "opinión pública" sino la opinión privada de los señores mercachifles de la prensa). Igual de chata es la reacción de nuestro Presidente, quien corrió a "expresar su solidaridad" con Juan Carlos. ¿Su solidaridad? ¿Pero quién ha ofendido al Rey? La discusión de Chávez era con Zapatero. ¡Fue el Rey quien ofendió a los americanos libres con su arranque decimonónico! Pero Alan García, en su esquizofrenia, decidió utilizar esta vez su personalidad de vasallo. Hace solo dos días estaba en abracitos con Hugo Chávez hablando de petróleo: cuando se trata de negocios, las diferencias políticas son lo de menos. Pero a la hora de las dignidades, el corazoncito de Alan está con la Corona Española.

lunes, 5 de noviembre de 2007

¡Qué tal con...stitución!

La Palabra Ingenua 05/11/2007
Por runa, comunidad del río hablador

¡Qué tal con....stitución!

Este artículo va dedicado a todxs lxs que, como yo, ven con simpatía el proceso “bolivariano” que se desarrolla en Venezuela pero que no han leído y quizá no lleguen a leer el proyecto de reforma constitucional aprobado por el legislativo y que será sometido a consulta popular dentro de poco. Va dedicado con especial cariño a mis hermanxs venezolanxs, que son finalmente quienes decidirán hacia dónde conducen la que ha sido llamada alguna vez “la revolución bonita”.

Entusiasmado, ingresé a la página de la Asamblea Nacional de Venezuela y descargué tanto la Constitución vigente (de 1999) como el proyecto de Reforma aprobado para saber de qué iba. Leí artículo por artículo la versión original y la modificada, anotando los cambios más importantes. Los resultados de ese trabajo han dado lugar a un documento de comparación: invito a quien quiera entrar en detalles a revisar dicho documento aquí. Así que me excuso de hacer un análisis exhaustivo y quedo libre para comentar mi apreciación general y las preocupaciones que me asaltan. Antes de comenzar debo aclarar que no he leído ni un solo comentario ni a favor ni en contra (más allá de la monserga que sale todos los días en los periódicos); y que no soy abogado y tengo nociones muy elementales de derecho constitucional; así que lo que sigue son únicamente mis opiniones. Como ciudadano latinoamericano, las comparto.

Primero, un breve resumen. A grandes rasgos son cuatro tipo de reformas: las políticas, las socioeconómicas, las de política internacional y las de promoción de la organización popular.

Las reformas políticas tienden a exagerar el presidencialismo y el centralismo. Se restan facultades a los Gobiernos municipales y estadales, y a otros órganos públicos, y se las trasladan al Presidente. Se la ponen más fácil a la Asamblea Nacional para nombrar y suspender magistrados, fiscales y otros órganos electorales y de control: antes se requería de la aprobación de dos tercios de legisladores; ahora podrán hacerlo por mayoría simple. Al mismo tiempo, se la ponen más difícil a los ciudadanos que quieran presentar iniciativas legislativas o de referéndum o revocatoria, pues en todos los casos se ha aumentado el porcentaje de electores que deben presentar una solicitud para ello. Además, hay algunas reformas de carácter inocuo, como reducir la edad para votar de 18 a 16 años; y un par que sí son avances: se exige la paridad de género en las organizaciones y cargos políticos, y se incorpora una mención explícita al derecho a no discriminación por orientación sexual. Por último, se eliminan los límites a la posibilidad de reelección presidencial.

Las reformas económicas establecen un nuevo régimen y lo denominan “socialismo”. Uno de los cambios concretos: se ha eliminado la siguiente frase: “la inversión extranjera está sujeta a las mismas condiciones que la inversión nacional”. Como sabemos, esta supuesta “igualdad de trato” era una exigencia ideológica del neoliberalismo: casi una religión durante los años 90. Otros cambios concretos: se elimina la autonomía del Banco Central, con lo que el Presidente podrá usar recursos provenientes de las reservas internacionales para promover el desarrollo socialista de la Nación; se prohibe la privatización total o parcial del petróleo y se considera estratégica la administración estatal de los recursos naturales y servicios públicos; se promueve con mucho énfasis la producción comunitaria a través de cooperativas, empresas sociales, etc; y se constitucionaliza la existencia de varios tipos de propiedad además de la privada: la propiedad social, la colectiva, la pública y la mixta. También se declara de interés la soberanía alimentaria, se prohibe el latifundio y se fomenta la expropiación de tierras ociosas para pasar a manos de asociaciones de productores. Además, las reformas económicas incluyen la ampliación de algunos derechos. El derecho a la vivienda y la ciudad son garantizados a través de créditos públicos y la prohibición del desalojo; y los derechos laborales se fortalecen con la reducción de la jornada laboral a 6 horas y la creación de un fondo de seguridad social para los autoempleados.

Las reformas de política internacional son más sencillas. Se establece que la diplomacia venezolana estará orientada a la democratización de los organismos internacionales y a la creación de un mundo multipolar sin ningún tipo de imperialismo. Y, sobre Latinoamérica, se establece como objetivo no solo la integración sino la “confederación”, a fin de crear un bloque de poder regional.

Por último, un amplio espectro de reformas está dedicado a promover la organización popular. Se incorpora a la Constitución el llamado “Poder Popular”, la base de todos los poderes, que se organiza mediante Asambleas y consejos locales. Estos organismos tendrán participación en las decisiones municipales y estadales; serán invitados por el Ejecutivo y el Legislativo para dar su opinión; podrán ejecutar proyectos económicos y de desarrollo gracias a una partida propia de al menos 5% del presupuesto nacional. Además, se promueven muchos mecanismos para la creación de empresas comunales, cooperativas y otras fórmulas de participación directa. Esto va de la mano con un reordenamiento del territorio, en el cual las células básicas serán las comunas y las ciudades autogobernadas. Lo malo es que no se detalla mucho acerca del funcionamiento de estos mecanismos.

Ese fue el reumen. Quizás es un poco largo... pero siendo 69 artículos, creo que es comprensible.

Ahora bien, ¿a dónde va esta reforma? Es evidente que el objetivo es radicalizar el camino que ha tomado el Gobierno, y ponerle candados constitucionales. Pero la pregunta es: ¿a dónde conduce este camino? He escuchado que las acusaciones de la oposición son que con esta reforma se pretende instaurar el “socialismo”. ¡A nadie debe sorprender esto! Es el objetivo expreso de la reforma, y, además, la promesa que hiciera Chávez cuando ganó las últimas elecciones. En ese marco, hay cosas excepcionalmente buenas. La promoción de muchos tipos de propiedad comunitaria, el apoyo a iniciativas económicas alternativas, la adhesión a conceptos de comercio justo, la ampliación de los derechos sociales, la organización popular como base de todo poder... Y no puedo dejar de festejar la reducción de la jornada laboral. Si quieren detalles sobre por qué esto es formidable para ir superando las contradicciones del capitalismo y promover el pleno empleo, recomiendo leer los últimos textos de Carlos Tovar, Carlín.

Sin embargo, me veo obligado a reconocer abiertamente que, si fuera venezolano y tuviera que votar en bloque sobre esta propuesta, tendría que marcar el casillero del “No”. Las reformas económicas no son tan maravillosas como para justificar las reformas políticas, que aparecen como absolutamente inmotivadas. No es una necesidad para “el socialismo” hacerle más fácil al oficialismo el nombramiento y suspensión de jueces, fiscales y contralores. No hay ninguna necesidad de aumentar las vallas para la iniciativa ciudadana de referéndum: al contrario, con ello se contradicen los objetivos de “participación”. No hay explicación para reconocer un “Poder Popular” local y, al mismo tiempo, transferir un montón de funciones de los gobiernos locales al Ejecutivo. Tampoco hay ninguna garantía de que los fondos utilizados para promover los proyectos del “Poder Popular”, que serán administrados por el Presidente, no serán usados para reproducir formas de clientelismo. El rol y funcionamiento de dicho “Poder Popular” y de las “organizaciones sociales” no es suficientemente detallado, con lo que hay una enorme discrecionalidad para que terminen siendo aparatos para apoyar las iniciativas del Presidente. Por otro lado, en lugar de apostar por transformar la burocracia estatal para ponerla al servicio de la revolución, opta por constitucionalizar las “misiones” sociales, que también dependen del Presidente. Estas debían ser respuestas de emergencia, no soluciones de largo plazo.

En resumen, el camino por el que parece estar optando el Estado Bolivariano es confiarle todo el poder al Presidente. El socialismo ya transitó antes por esos caminos, con resultados lamentables. Decía que empecé a leer la propuesta de reforma con entusiasmo; cuando terminé, no podía estar más decepcionado. Yo temía encontrar varias iniciativas progresivas y, “de contrabando”, despropósitos como aquel de la reelección. Fue al revés: encontré decenas de artículos destinados a fortalecer las atribuciones presidenciales y a “denfender” la revolución; aquellos que “instauran” el “socialismo” son menos y están poco detallados, quedando muchas veces en declaraciones de principio. En todo caso, se podría alegar una honesta “buena voluntad” de construir un Estado de bienestar que garantice todos los derechos socioeconómicos a los ciudadanos y con fuerte énfasis en la inicativa colectiva... pero bajo el control indiscutible de Hugo Chávez.

No solo me preocupa lo que ocurra con el proceso bolivariano, que es finalmente creación heróica del pueblo venezolano y es a este al que le corresponde lucharla hasta el final para que no le roben su revolución. Me preocupa, también, lo que puede ocurrirle al proceso latinoamericano. Hoy como nunca, nuestra patria grande está (¿re?)conquistando su independencia. Experimentos de cooperación regional como la ALBA, basados en la complementación y el comercio justo; la recuperación del control sobre nuestros recursos naturales; la posibilidad de tener un Banco de Sur (recomiendo el artículo de Javier Diez Canseco sobre el tema) que sea nuestro propio instrumento de fomento del desarrollo... Muchos de estos cambios aún dependen del impulso firme que reciben de parte del Gobierno venezolano. Miro al otro lado y veo a Alan García proponiendo terminar de entregarle los recursos naturales el poder financiero transnacional. ¿Esas son las dos opciones que tenemos?

Es una noticia verdaderamente triste que el proyecto personal, napoleónico más que bolivariano, de Hugo Chávez, tienda a arruinar esta oportunidad histórica de demostrar que otro socialismo es posible. Un socialismo que no sea neoliberalismo maquillado (como el chileno), pero que tampoco sea reedición de desvaríos caribeños.

Pero bueno, como siempre, la lucha continúa.

Nota: este documento ha sido elaborado con OpenOffice.org Writer como procesador de textos. Utilice y difunda software libre: ¡No al monopolio corporativo de Microsoft y compañía!

viernes, 2 de noviembre de 2007

Ladran, Jorgito

¿Así le dirá nuestro quijotesco Presidente (aunque ya haya perdido la figura de antaño) a su fiel escudero? Si la oposición que desde las calles reclama cambios en las políticas de Gobierno es como el "perro del hortelano", que no come ni deja comer, entonces para Alan García los paros y movilizaciones en curso y los que se vienen no serían otra cosa que "señal que avanzamos". Lo que va muy bien con el lema publicitario del Ejecutivo: "El Perú avanza". Pero, a juzgar por los últimos planteamientos de García, que consisten en volver al Perú de los años 20 con la tierra y los recursos en pocas manos transnacionales, deberíamos decir, como los microbuseros: el Perú "¡avanza pa' atrás!".

Aquí, solo una recopilación de algunos de los ladridos más notorios que en los últimos días han respondido a la patadita presidencial:

Raúl Wiener escribió "El can de las transnacionales": "El artículo (de Alan García) resume las posibilidades del Perú en los siguientes términos: (1) millones de hectáreas de madera selvática; (2) millones de hectáreas de tierra en poder de las comunidades; (3) riquezas mineras como en ninguna otra parte del mundo, explotadas al 10%, y posible petróleo y gas bajo las áreas protegidas; (4) mar hinchado de pesca y múltiples caídas de agua para la generación eléctrica; (5) millones de trabajadores por formalizar y alumnos por educar. Un país potencial, al que se opondrían los adversarios de la modernidad, de las grandes inversiones trasnacionales. (...) No seamos”perros del hortelano”, equivale a preguntarnos a todos: qué hacemos defendiendo propiedades, ambiente, derechos, cultura, cuando todo lo que tenemos se lo podría estar comiendo el hortelano trasnacional".

Pedro Francke, en "El síndrome del perro de presa", explicó cómo el artículo de Alan demuestra que al Gobierno le basta con el Perú primarioexportador y no le interesa promover la industria y la investigación. "Según García, los peruanos pobres y excluidos son como el “perro del hortelano”, que no come ni deja comer. Alan García escribe como si todos estuviéramos invitados a la mesa de las extraordinarias ganancias mineras o petroleras, que comen y dejan comer. Pero bien sabemos que no es así, que falta empleo y que las riquezas naturales de la Nación terminan en unos pocos bolsillos. Mas bien la política de García y las mineras es la del “perro de presa”, actuando para apropiarse del recurso y no compartirlo con nadie, y olvidándose del gran reto económico moderno: crear valor".

Sinesio López, en La República de hoy, ha publicado "El Zorro de Abajo. En defensa del perro del hortelano", en donde demuestra cómo el modelo que "propone" Alan es solo el regreso al viejo Estado oligárquico. "Lo escrito por García (...) lo ubica en el polo opuesto de "El antiimperialismo y el Apra" y otros escritos fundacionales del partido de Alfonso Ugarte. (...) Me sorprendió asimismo que García escribiera como si estuviera descubriendo la pólvora cuando en realidad está repitiendo lo que ha pensado la derecha desde siempre, particularmente la oligarquía. El modelo de desarrollo de la oligarquía fue la economía de exportación basada en la explotación de los abundantes, diversos y ricos recursos naturales, extraídos por la mano de obra que no siempre fue asalariada (...) y que siempre fue barata. ¿Cuál es la diferencia entre el modelo económico oligárquico y el que propone García? En realidad, casi ninguna".

Nelson Manrique, en Perú.21, publicó el artículo "El perro del hortelano y el plato de lentejas", donde muestra con algunos ejemplos latinoamericanos como nuestro antiimperialista Presidente llega tarde al festín neoliberal. "Alan García está atrasado. Brasil, México, Venezuela, Ecuador y Colombia mantienen el control de su petróleo. Argentina y Bolivia -que lo privatizaron- están de regreso. Chile, que no tiene petróleo, ha creado la empresa estatal ENAP y su filial Sipetrol, que explota campos productores “en Argentina, Ecuador y Egipto (nada menos), donde produce 24,000 BD. Además, está presente en Colombia, Irán y Yemen” (...) Es legítimo preguntarse de dónde ha sacado el Estado chileno el dinero. Pues, de su cobre, porque ni a Pinochet se le ocurrió privatizar su principal recurso natural, y gracias a ese nacionalismo la estatal Corporación del Cobre de Chile, Codelco, ha aportado a su fisco US$15,785 millones entre el 2004 y el 2006".

Y, por supuesto, recomiendo leer el propio artículo de Alan: "El síndrome del perro del hortelano".

Solo para continuar con el debate y los ladridos. Por cierto, desde aquí hago la invitación a todos los que quieran ladrar de manera colectiva a la Jornada Nacional de Protesta que están convocando la CGTP, los Frentes Regionales y diversos gremios, y que en Lima se iniciará en la Plaza 2 de Mayo a las 10 am el jueves 8 de noviembre. ¡Guau!

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