martes, 27 de noviembre de 2007

Urgente: Gobierno ilegaliza industria alternativa de la coca

Alan García es como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar. Aparentemente guiado por presiones norteamericanas, el Gobierno ha tomado la decisión de ilegalizar la industria alternativa de la hoja de coca (harina y todos sus derivados: kekes, galletas, turrones...). Así lo prueban dos documentos enviados en setiembre por instancias que dependen del Ejecutivo. Los rumores indican que la ilegalización empieza en enero.

Copio investigación realizada para Indymedia Perú. En la noticia original hay más documentos e información. Pronto, más novedades.

Alan García es como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar

Gobierno ilegaliza la industria alternativa de la hoja de coca

  • Medida solo beneficiaría al narcotráfico

  • Detrás estarían presiones de EEUU

Escribe: runa

Los hechos

Tengo en mis manos copia de dos documentos que comprueban que el Ejecutivo ha decidido ilegalizar la industria alternativa de la hoja de coca.

El primer documento es el oficio 2300 del 14 de setiembre de este año. Se trata de una carta que dirige FONAFE a ENACO. Antes de enredarnos con tantas siglas conviene precisar que el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE) es la entidad “encargada de normar y dirigir la actividad empresarial del Estado” y depende del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Es decir, son los mandamases de todas las empresas públicas y dependen del Ejecutivo. Por su parte la Empresa Nacional de la Coca (ENACO) es una de estas empresas propiedad del Estado, la única autorizada para comprar hoja de coca a los campesinos y para venderla a los privados que quieran comercializar productos hechos a base de esta planta.

La carta dice lo siguiente: “ENACO puede producir y comercializar productos derivados de la hoja de coca que tengan fines exclusivamente médicos o científicos; o en su defecto productos derivados que no contengan ningún tipo de alcaloide”.

¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo se come? ¿A qué va Martín Alfonso Sifuentes, director ejecutivo de FONAFE, cuando le envía esta carta a la empresa que tiene el monopolio legal de la coca?

Para entender los alcances de esta “precisión” o, más bien, de esta orden que el Gobierno le ha dado a ENACO, conviene mencionar el segundo documento que tenemos en manos.

Se trata de otra carta, remitida esta vez por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA, dependiente del Ministerio de Salud) a la empresa “Agroindustrial Nueva Vida”. Esta empresa había solicitado que se apruebe el registro sanitario de un producto que quería empezar a comercializar: la harina o polvo de hojas de coca micropulverizadas. ¿Cuál es la respuesta de DIGESA? La siguiente: “actualmente se viene elaborando la resolución de salud que regulará los productos derivados de hoja de coca (...) y entre las consideraciones se tiene la no inscripción de la harina de hoja de coca, por lo cual no es posible el registro de su producto; respecto a los ya emitidos serán sujetos a cancelación”.

Así de simple. La guerra “contra las drogas” (en realidad, la guerra contra la hoja de coca) se ha trasladado al campo comercial: ahora se trata de erradicar ya no solo los cultivos, sino la venta de un producto que se había popularizado rápidamente por sus cualidades medicinales y alimenticias: la harina de coca. No hay pierde: ENACO no la producirá y DIGESA no permitirá que privados la produzcan.

Pero el efecto no será solo la desaparición del mercado legal para este derivado, sino para casi toda la industria alternativa que tiene en la harina de coca su principal insumo: galletas, panetones, turrones, entre otros.

¿Qué hay detrás?

La carta de FONAFE señala que estas medidas surgen tras reuniones que se habrían llevado a cabo entre esta entidad y ENACO, Devida (la institución “antidrogas”) y los Ministerios de Salud y de Relaciones Exteriores.

Ambas cartas citan como argumento para esta medida la famosa Convención Única de Estupefacientes de Naciones Unidas de 1961. El artículo 27 de dicha convención dice a la letra: “se autoriza el uso de la hoja de coca para preparación de agentes saborizantes que no contengan ningún alcaloide”. La harina o polvo de hojas de coca micropulverizadas, al no ser otra cosa que la hoja de coca entera, tostada y molida, contiene los catorce alcaloides de la coca, incluída la cocaína, en las pequeñas proporciones que nos ofrece la naturaleza. Pero esto basta para que las Naciones Unidas prohiban su circulación.

Sin embargo, hay un detalle más, bastante esclarecedor. La carta de FONAFE incluye un último párrafo donde afirma que “la participación y el cumplimiento del Gobierno del Perú de los citados Convenios contribuyen a la obtención de apoyo técnico y económico para la lucha nacional contra el narcotráfico y para el desarrollo del país”. Es decir, esta medida no es gratuita: hay presiones internacionales detrás. ¿De dónde pueden venir estas presiones? No de Europa, seguramente, que tiene una postura bastante mas abierta en este tema. Con toda probabilidad se trata de presiones de EEUU, el país que, no se sabe si por ignorancia o por negocio, está más interesado en esta “guerra” contra las “drogas”. ¿Ha habido recientemente alguna oportunidad para que EEUU pueda presionar al Gobierno? Nuestras fuentes aseguran que esta prohibición formaría parte de las condicionalidades vinculadas a la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC).

Las respuestas

Los consumidores, los productores y los comercializadores se encuentran muy preocupados ante esta situación. Hace pocos días enviaron una carta a la Defensoría del Pueblo para solicitarle una reunión en la que se aborde este tema. La carta la firmaron el doctor Sacha Barrio por parte de la Asociación Peruana de la Hoja de Coca (APEHCOCA), Manuel Seminario de la empresa Maná Integral, Pedro Pablo Pérez Baylón por parte de los gremios cocaleros agrupados en la CONPACCP, y reconocidos estudiosos como Baldomero Cáceres.

Hablamos con Manuel Seminario, quien nos explica. “En la carta de DIGESA son claros al decir que los permisos a las personas que tenemos autorización sanitaria van a ser suspendidos. Entonces todos nos convertiríamos en ilegales . ¿Sabes lo que le pasa a una empresa cuando te cierran el circuito de un día para otro? Te llevan a la quiebra”.

Además, Manuel nos explicó que no tiene sentido prohibir la venta de harina de coca y seguir permitiendo la circulación de los mates filtrantes, porque el proceso de fabricación es el mismo: “Si tú mueles la hoja con una saranda gruesa te sale el filtrante y si lo mueles con una saranda fina te sale la harina... es lo mismo, estamos hablando del mismo alimento que va a tener por supuesto alcaloides. Esta orden es inconsistente, no tiene ni pies ni cabeza. ¿Cual es la diferencia? La molienda, no hay otro ingrediente mas...”.

Por último, Manuel nos puso sobre aviso al contarnos que lo mismo ha ocurrido en Colombia, donde el Gobierno mandó decomisar todos los productos de la empresa Coca Nasa, que fabricaba la gaseosa CocaSek, así como filtrantes, herina, turrones y otros. La empresa, con 7 años en el mercado, fue llevada de manera forzosa a la quiebra.

Los verdaderos frutos de la coca

¿A quién beneficia y a quién perjudica esta medida?

En primer lugar, ¿favorece de alguna manera a la dichosa “lucha antidrogas”? No, porque ilegalizar los productos alternativos (que tienen tan buena acogida) solo significa más hojas a disposición del narcotráfico.

Al desaparecer un mercado alternativo, al campesino solo le van a quedar las opciones de siempre: por un lado ENACO, que le está pagando cerca de dos soles el kilo de hoja, y por el otro el narco, que le paga hasta diez soles.

Pero con el crecimiento de la industria alternativa y si se le permitiera al productor cocalero vender directamente la harina de coca en el mercado, obtendría mucha más ganancia. Por ejemplo ENACO está vendiendo el kilo de harina a 25 soles, y algunas tiendas lo venden a mucho mayor precio. Es decir, con esta medida el único beneficiado es el narcotráfico, y el primer perjudicado es el campesino cocalero. Además, salimos perjudicados los consumidores de harina, y los comercializadores.

Cabe anotar, por último, que un reciente trabajo de la Unidad de Post Grado de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos ha concluido lo siguiente: “La harina de coca es una excelente fuente de calcio de origen vegetal y de fácil comercialización, ya que no requiere cuidados como la espinaca y el brócoli. El consumo de la harina de coca por vía oral garantiza la depuración de los alcaloides por la saliva, jugos gástricos e intestinales. La aceptación ancestral de su consumo facilitaría la prescripción de la harina de coca como complemento nutricional para incremento de ingesta de calcio”. Los autores de la investigación son las doctoras Cecilia Melba, Victoria Pumacahua y María Luisa Véliz.

Así que, desde aquí, solo nos queda (por el momento) hacer la denuncia y pedirle a Alan García que no sea como el perro del hortelano, que no chaccha ni deja chacchar.

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