La Palabra Ingenua 21/01/2008
Por runa, comunidad del río hablador
El Perú en su año cumbre
O deberíamos decir “en su año de las cumbres”. Este año el Perú será sede de dos enormes reuniones internacionales, lo que ha llevado a que el Ejecutivo bautice el 2008 como el “Año de las Cumbres Mundiales en el Perú”.
La reunión más próxima es la cumbre entre la Unión Europea y América latina y el Caribe, que empieza el 16 de mayo. Para tan digno evento vendrán personajes de la talla del rompecorazones Nicolás Sarkozy, Presidente de Francia, así como el español Rodríguez Zapatero y el británico Gordon Brown, entre otros 24 jefes de Gobierno de Europa. También nos visitarán los “apestados” (sic) de la geopolítica regional: Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, junto con el representante de Cuba. Seguramente ellos nos deleitarán con encendidos discursos en la contracumbre, tal y como ya ocurrió en Mar del Plata el 2006 y en Santiago el 2007. Ellos estarán acompañados de la izquierda “decente” de Bachelet, Lula y Cristina Fernández, y por los derechistas Álvaro Uribe y Felipe Calderón, que ayudarán a que Alan García no se sienta tan desubicado entre tanto izquierdista.
Pero el plato fuerte viene al final. Entre el 16 y el 23 de noviembre tendrá lugar el momento central de la Cumbre de la asociación de cooperación Asia Pacífico (APEC), que reúne a las 21 economías más fuertes de la cuenca del pacífico. El genocida y corrupto George Bush (hay que decir las cosas por su nombre, ¡por favor!) volverá a ensombrecer nuestro país con su indeseable presencia, y vendrán también los jefes de Gobierno de países tan democráticos como la China “comunista” en donde los trabajadores no pueden sindicalizarse libremente , y como Rusia que es tan respetuosa de los derechos humanos de los chechenos. También harán turismo por nuestro país las delegaciones de Japón, Canadá, Australia, etc.
¡Qué año intenso! Ya nos podemos imaginar los incómodos operativos de seguridad que cortarán rutas y libertades civiles, como cuando Bush vino el 2002 y el simpatiquísimo ministro Rospigliosi dictó una absurda e inconstitucional disposición que... ¡prohibía cualquier concentración pública! Por cierto, no vaya usted a pensar que las mejoras que diversos municipios están realizando a la ciudad tienen por objetivo hacer que el ciudadano viva mejor. No, no: todos están en una carrera frenética para que los Presidentes extranjeros tengan una bonita estadía. Y es que para nuestros gobernantes estas cumbres son sobretodo una oportunidad histórica para atraer el turismo, “abrir mercados” y marketear el país (y de paso seguir vendiendo lo poco que no han vendido ya).
Pero más allá de la miopía de nuestros políticos, la ocasión se presta para preguntarnos de qué manera el Perú se está relacionando con el resto del mundo o, como dicen los huachafos, “cómo nos estamos insertando en la economía global”. Preguntarnos, por ejemplo, si la decisión que ha tomado Alan García de mantener al país al margen de un bloque subregional de las características del Banco del Sur es correcta para nuestros intereses de largo plazo. O si mantener la lógica toledista de Tratados de Libre Comercio bilaterales con países de gran poder de negociación, como EEUU o China, es mejor que apostar por una estrategia de negociación colectiva como la del “Grupo de los 22” que busca eliminar la competencia desleal y los subsidios de los países ricos.
La derecha económica peruana, que gobierna el país por lo menos desde 1990, tiene muy clara su estrategia geopolítica: alianzas con los grandes para “ampliar” nuestro mercado exportador, y competencia con nuestros vecinos para ver quién es más “atractivo” para los inversionistas extranjeros. Exportaciones, competitividad y turismo: allí se acaba la agenda internacional peruana. Es parecida a la estrategia de Chile, país que tampoco considera la integración regional como una prioridad. Pero Chile es un aliado militar importante para EEUU, y juega en el tablero de ajedrez un papel parecido al de Israel en medio oriente o al de Corea del Sur en el Asia. Y aún así, su esquema geopolítico es bastante más internacionalista que el nuestro. Ocurre que más allá de las orientaciones ideológicas de cada cual, está clarísimo que la mejor manera de relacionarse con el mundo, hoy por hoy, es fortalecer bloques regionales. Europa entendió eso hace décadas, y Asia está en el mismo rumbo. América latina también. ¿Perú? Bien gracias. Ojalá que la creciente debilidad del dólar nos haga darnos cuenta, por fin, que nuestra estrategia nos coloca en una situación harto precaria, y que mucho más nos conviene apostar por la cooperación y complementación latinoamericana.
Pero bueno, esa es una agenda muy nacional. Además de ingenuos, seríamos tan miopes como nuestros políticos si nos quedaramos allí. Este año de cumbres va a ser una excelente oportunidad para que la sociedad civil ponga en el centro del debate sus propios temas de agenda. Desde hace algunos años, no hay reunión de los poderosos que no venga acompañada de su respectiva contracumbre, o a veces de varias al escoger. Esta vez no será la excepción, y los movimientos mundiales medioambientalistas, críticos al libre comercio, antimilitaristas, por la equidad de género, por los derechos de los pueblos indígenas, entre otros, se darán encuentro aquicito nomás. Es una oportunidad única para que el aburridísimo debate político y mediático peruano se vea enriquecido por posturas críticas diversas de gente que, desde distintos ángulos, está discutiendo los verdaderos temas contemporáneos. En el Perú lo más interesante que hemos tenido últimamente ha sido el debate acerca de los artículos del perro del hortelano, digo, de Alan García. Este año descubriremos hasta qué punto es provinciana nuestra agenda nacional.
Nota: este documento ha sido elaborado con OpenOffice.org Writer como procesador de textos. Utilice y difunda software libre: ¡No al monopolio corporativo de Microsoft y compañía!
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