miércoles, 20 de febrero de 2008

Campesinos asesinados: ¿otra vez impunidad?

La Palabra Ingenua 20/02/2008
Por runa, comunidad del río hablador

Campesinos asesinados: ¿otra vez impunidad?

Julio Rojas Roca, Rubén Pariona Camposano y Emiliano García Mendoza. No olvidemos los nombres de estos compañeros, asesinados por la policía que al parecer tenía órdenes de despejar las carreteras a cualquier costo. Los tres tienen impactos de bala en el cráneo. El primero de ellos murió en Barranca el lunes. Pariona y García fueron ultimados en Ayacucho el martes. A estas muertes debemos sumar la de un poblador de Caylloma que, huyendo de la represión y los gases lacrimógenos, cayó por un barranco.

En medio de la violencia social desatada en el marco del paro agrario, Jorge del Castillo ha invocado a los fiscales a actuar “con firmeza” y a “no ser complacientes”. ¿Se refería a las acusaciones fiscales contra los policías que dispararon con armas de fuego a campesinos desarmados? No: se refería a los “grupos de agitadores”. A los policías nadie les ha dicho nada porque finalmente ellos están cumpliendo su deber: proteger el “orden público” y la “gobernabilidad”.

Total, a los policías que matan gente en las manifestaciones nadie les dice nunca nada. Los policías que mataron a Isidro Llanos en agosto del 2006 (recién estrenadito el segundo alanismo) cuando protestaba contra la empresa minera Yanacocha, no se les ha podido probar nada porque todos se cubren entre sí. Los militares que mataron a Edy Quilca Cruz el 2003, cuando había tomado la Universidad del Altiplano junto con otros cientos de estudiantes, estaban cumpliendo órdenes. También pasaron piola los asesinos de Melanio García, poblador de Ayabaca que se oponía a las operaciones de Minera Majaz. Lo mismo pasó en los casos de Edgar Pinto y Fernando Talavera, muertos durante la represión durante el arequipazo del 2002 (cuando Fernando Rospigliosi era ministro del Interior). Wilfredo Ardito tiene una detallada recopilación de los 12 muertos de Toledo. La mayoría de estas muertes han tenido lugar durante los famosos “Estados de emergencia”, en los que el poder político renuncia a la política, es decir, a la negociación y solución colectiva de los conflictos. En ese marco tanto la policía como las FFAA se sienten amparadas por la ley y creen estar obligados a usar cualquier método para cumplir con las órdenes que han recibido.

Por supuesto, a estos muertos durante manifestaciones hay que sumarles los “misteriosos” asesinatos nunca esclarecidos de dirigentes sociales. Nunca olvidemos a Godofredo García, ingeniero que se oponía a la inversión minera de la Manhattan en Tambogrande, Piura. No nos olvidemos tampoco de Edmundo Becerra, dirigente rondero de Yanacanchilla, Cajamarca. Ambos fueron asesinados por desconocidos y por razones desconocidas, pero ambos (curiosamente) se oponían a la actividad minera. ¿Mera coincidencia?

Estamos en pleno juicio a Fujimori, escuchando los escalofriantes testimonios de los agentes de Colina que piensan que los asesinatos que cometieron estaban justificados por razones de Estado. Hemos salido de una época de violencia política, hemos tenido una Comisión de la Verdad y tenemos ya varios casos judicializados por violaciones contra los derechos humanos. ¿Los nuevos policías de la “democracia” tienen las mismas nociones que Martin Rivas, que Telmo Hurtado o que el almirante Giampietri respecto de los derechos de las personas? ¿Hasta cuando va a seguir vigente la lógica según la cual el Estado puede matar a gente desarmada para “garantizar la paz social”?

Hoy el titular de El Comercio es: “Dirigentes pierden el control del paro agrario: 4 muertos y 171 revoltosos detenidos”. ¿Debemos entender que para El Comercio, finalmente, la culpa de las muertes es de los dirigentes por convocar a la protesta y no de la policía por disparar? O sea, finalmente, ¡para qué protestan pues, estos perros del hortelano...!

Desde la Palabra Ingenua, nuestra más profunda solidaridad con las familias de las víctimas de la represión policial.

¡Cárcel para los policías asesinos! ¡Nunca más impunidad!

Nota: este documento ha sido elaborado con OpenOffice.org Writer como procesador de textos. Utilice y difunda software libre: ¡No al monopolio corporativo de Microsoft y compañía!

2 comentarios:

Nativa dijo...

Bueno es que no hemos salido todavìa de la època de violencia...por màs que se implanto una CVR, no hemos podido tener un verdadero proceso de reconciliaciòn las heridas siguen abiertas...y mientras se siga dando la espalda a la realidad...mientras estas heridad abiertas no sanen realmente la violencia seguirà...hoy son 4 muertos que el presidente García "mal menor" aplaude y felicita a los policias asesinos...mañana que serà un genosidio o la reactivaciòn del comando Rodrigo Franco...la violencia permanece latente y cada dìa màs, el descontento social se plasma en huelgas y marchas y la gente se seguirà levantando mientras de verdad no exista un cambio...mientras se siga ignorando a los campesinos de la sierra, mientras se siga menos presiando a los "invisibles" de la selva el descontento popular no solo continuarà sino crecerà...nada solo una completa indignaciòn y solidaridad para las victimas...NatalìDg

Anónimo dijo...

Quien ordeno salir ala ejercito y amenazo con disparar es el primer ministro , el es quien debe dejar de esconderse tras ese payaso de Alan y afrontar las consecuencias y responder por los crimenes cometido de los qued es autor intelectual.

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